Lee
este cuento de Tony de Mello, un jesuita indio (Bombay, 1931 – Nueva
York, 1987) que consiguió una magnífica síntesis entre la espiritualidad
de Oriente y de Occidente, en beneficio de la libertad y realización de
la persona.
La Feria Mundial de las Religiones
«
Mi amigo y yo fuimos a La Feria Mundial de las Religiones. No era una
feria comercial. Era una feria de la religión. Pero la competencia era
tan feroz y la propaganda igual de estruendosa.
En
el stand judío nos dieron unos folletos en los que se decía que Dios se
compadecía de todos y que los judíos eran su pueblo escogido. Los
judíos. Ningún otro pueblo era tan escogido como el pueblo judío.
En
el stand musulmán supimos que Dios era misericordioso con todos y que
Mahoma era su único profeta. Que la salvación se obtiene escuchando al
único profeta de Dios.
En
el stand cristiano descubrimos que Dios es Amor y que no hay salvación
fuera de la Iglesia. O se entra en la Iglesia, o se corre el peligro de
la condenación eterna.
Al salir pregunté a mi amigo: ¿Qué piensas de Dios?
—Que es intolerante, fanático y cruel —me respondió.
Cuando
llegué a casa, le dije a Dios: ¿Cómo soportas éstas cosas, Señor? ¿No
ves que han estado usando mal tu nombre durante siglos?
Y me dijo Dios: Yo no he organizado la feria. Incluso me habría dado vergüenza visitarla. »
(Tony de Mello, sj)

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